¿Qué pasa si te digo que la resistencia es una buena señal?
¿Una señal de que tu energía vital estaba comenzando a emerger?
Ese bloqueo (esa resistencia) a menudo está relacionada con un dolor más profundo. Un momento amenazante del pasado. Un trauma, bien ”aparentemente" benigno o terriblemente espantoso.
Lamentablemente, por lo general esa herida sucede en la infancia. Y con demasiada frecuencia, el perpetrador es una figura parental, un maestro, un hermano o alguien que nos agrede.
Pero cuando sientes esas punzadas de presión en tu interior y la resistencia a detenerte, a esconderte, a rendirte, a no ir, ¡VÉ!. Ve con todo tu corazón, agallas y cabeza. Esto es sanador.
Es la curación, o mejor dicho, la posibilidad de sanar de esas heridas tempranas, lo que pone al sistema en modo resistencia en primer lugar.
Todos esos momentos de la infancia en que no podías retroceder, cuando no podías decir que no, o no podías ni enfrentarte ni salir corriendo. Y como el cuerpo tiene que hacer "algo" para mantener su seguridad, se congeló. Se apagó. Y estas respuestas ante esos eventos de la infancia ocurrieron como mecanismo de protección. Pero el tiempo ha pasado, y ya no son necesarias.
Piensa que la resistencia que estás sintiendo ahora podría ser una corriente subterránea de energía (una fuerte corriente tal vez) que debe emerger.
Cuando en las sesiones le pido a mis clientes que exploren su resistencia, sin juicio, aparecen una gran cantidad de cosas interesantes:
1 - Su resistencia revela una emoción que está viviendo dentro de ellos y que no ha sido expresada sino suprimida.
2 - Puede haber una sensación específica asociada: una opresión, una inquietud, una punzada profunda en el estómago.
3 - Puede surgir asco hacia uno mismo, o algo peor: odio hacia uno mismo.
4 - Y, con demasiada frecuencia, hay un profundo enfado y frustración: una sensación de querer pisotear, golpear y patear toda la basura que se ha almacenado en el interior que se muestra como… exacto, lo adivinaste: como resistencia.
Eso es todo lo que es. Es una energía vital positiva. La emoción no expresada, la sensación no sentida y todas las energías primarias tienen una gran fuerza y vitalidad, y cuando las mantienes reprimidas dentro, se experimenta como una enorme bomba que está a punto de estallar.
Sí, nos asusta un poco, porque ha estado escondida y "adormecida" durante mucho tiempo. Y se despierta cuando nos sentimos retados. Y gracias a Dios en ese momento se estimula. Utilizalo para tu beneficio!
Por Irene Lyon.
www.irenelyon.com
